La Fanzineria Presenta


Desde los albores de nuestra existencia, hemos venido usando la escritura, para trasmitir conocimientos, experiencias, deseos y sentimientos, las personas nunca dejaron de buscar medios con los que poderse expresar y comunicar entre ellos, desde los primitivos, hasta los de última generación
Pero quizás, el arte de escribir fuese el más capaz en sobrevivir pese a las nuevas tecnologías, por su capacidad expresiva, o puede que hasta por su belleza, lo cierto es que desde tiempos inmemorables habita con nosotros en todo momento.

Las historias, poesías, escrituras y obras artísticas que aquí se muestran, están redactadas por gente como tú, así que si quieres colaborar, puedes enviar data que consideres de interés, ya porque sean curiosos, divertidos, o conlleven moraleja y aporten algo de arte a los demás, si deseas enviar textos, puedes hacerlo a:

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lunes, 28 de noviembre de 2011

FanzinArt Noviembre 2011

Nº9 - Noviembre 2011


FANZINART
mesdelgusto

-GUSTO o NO GUSTOOK???


SOBRE EL GUSTO POR EL ARTE
Quizás todos los humanos están interesados en algunas de las artes y procuran disfrutar de ellas. Unos aman la música, otros se entretienen con las ficciones de la TV y del cine, otros se deleitan con la pintura o la fotografía, y otros buscan la invenciones de la literatura. Casi nadie puede sustraerse a su encanto, y menos al de la belleza que produce. ¿Por qué nos atraerá? ¿Qué buscamos? ¿Hay en el arte unas cosas mejores que otras? ¿Es posible escoger lo que es bueno de verdad y no engañarse con bagatelas?
El atractivo que tienen para nosotros las historias, la narración de sucesos, tiene su fuente en nuestra misma naturaleza; preguntarse por qué nos gustan es lo mismo que preguntarse por qué somos como somos. Estoy convencido de que nos atraen porque cada uno de nosotros es historia, una historia, o muchas historias con un único protagonista: ese sujeto que llamamos yo. Nuestro yo es el espectador único de la propia historia; es el único presente en todo lo que nos pasa o en lo que hacemos: en lo que vivimos.
¡¿Cómo no nos va a gustar lo que se parece a nosotros?! Sólo si uno se odiara a sí mismo le desagradaría conocer el desarrollo o el despliegue de sucesos como los propios. La atracción a la que me refiero tiene otra fuente íntima y profunda: la necesidad de narrar nuestra vida y de compararla con la de los demás. ¿Hay un placer más común, que no sea material, que el de sentarse a conversar, a contar y oír? De esta atracción, que quiere ser satisfecha placenteramente, proceden los libros, la lectura, la realización de cine y de novelas, y nuestra afición a ellas. Este gusto se va encauzando personalmente según la cultura, la educación y las circunstancias de
cada uno. Por eso algunos nos apegamos al chisme, otros a la prensa, aquellos a la radio, los de más allá a la literatura, al cine, a la televisión.
Poco importa si la historia que narramos o conocemos es verdadera o no, si lo que se cuenta ha pasado de verdad o es pura invención. Basta la verosimilitud, es decir, que lo narrado sea creíble porque tiene su propia lógica y resulta comprensible. Pero importa mucho el cómo se cuente, y sólo los mejores “narradores” triunfan: sólo los verdaderos artistas son aclamados durante mucho tiempo: a veces siglos. Las historias contadas mediocremente sólo gustan a unos pocos y durante corto tiempo. El lector de estas líneas tiene la experiencia de muchas películas que no repetiría, de muchos libros que “ya leyó”, de muchos cantantes y grupos que a la vuelta de un año son parte del pasado. En cambio, el buen arte (y en esto lo reconozco) está siempre vivo, me invita una y otra vez a él porque su autor es ameno, porque su creador hace la historia atractiva, porque despierta el interés y, como domina su lenguaje (palabras, acciones, fotografía, etc.), porque logra transmitir inteligentemente su interesante modo de mirar el mundo, la vida, lo que nos interesa; nos hace sentir lo maravilloso de lo que narra y de lo que él descubre en lo que ha posado su mirada, y hasta nos hace gozar con lo bien que usa de las palabras, de las imágenes, de sus medios de expresión: su capacidad despierta nuestra admiración. Así sus obras se convierten en algo imprescindible, en algo admirado por diversos hombres en diversos tiempos y en diversos lugares. Una obra que tiene esas características se conoce como una “obra de arte” y se convierte en un clásico.
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Personaje de Noviembre
David Nicolás Fernández
Corría el mes de octubre de 2010 y sentí una alegría muy grande de poder escribir mi primer libro, como una tarea de Plástica. Elegí para hacer este libro, un instrumento que me identifica de los 5 años y es el bombo. Este libro dedicado a mis padres Marcelo y Estela que están al lado mío siempre con la música, a mis hermanos Marcelo y Yamil por apoyarme, a mi profesora de siempre Cristina Volonte, a Mario A. Cazzola por ayudarme en los inicios de la música, a Cesar Maraz percusionista de la peña “Los Tekis” con quien toqué y me alentó a que no dejara de hacerlo; y para alguien a quien quiero mucho: Pascual Toledo (bombista del Chaqueño Palavecino) quien me apadrinó con el bombo, me visitó en mi casa y siempre me da buenos consejos; a todos los que nombré les dedico este libro de corazón.
Mi pasión por el bombo, nace a partir de los 5 años, cuando al ir con mis padres al cumpleaños de un familiar (Armando Gómez), el me prestó un bombo pequeño que al golpearlo con sus palos me hizo sentir algo que nunca me había pasado.
Recibo de regalo mi primer bombo por parte de mi tía Mirtha Gómez y mi prima Lorena; a partir de ese momento mi vida cambió al encontrar en mi camino a mi primer y única profesora de música: Cristina Volonté de Aguirre, la que siempre apostó por mí, la consejera de toda la música y la que siempre me ayuda en todo. Gracias a ella y de su mano llegué a tener
mi primer actuación en “La Isla”, dentro del proyecto: “Mi Primer Aplauso”.
Por todo lo que recibo hoy quiero decir:
Gracias Seño Cristina!.
También actué en Ayup, acompañando a un amigo de mi hermano Jorge Armendari y a su hijo Emiliano.
Luego me invita el cantor Mario A. Cazzola para acompañarlo con el bombo en Baigorria y siguieron dos años de festivales: Rio de los Sauces, Achiras, Albahacas, Moldes, Gigena, Acequias, Bulnes, Carlota, Alpa Corral, Sampacho, San Luis y muchas más. En Villa Mercedez me invito Pascual Toledo al Festival de los Pueblos, tocando ante 40.000 personas 3 chacareras enganchadas junto al Chaqueño Palavecino (sentí que había cumplido mi sueño).
También compartí escenarios con Enzo Vergara, Cuti Carabajal, en Salta con Álvaro Teruel de los Nocheros, Jaime Torres, Vitilo Abalos, Peteco Carabajal, Roberto Ternán, Yuchán, Trío Salteño, Cantores del Alba, Sergio López, estuve en la 8º marcha de los bombos en Santiago del Estero tocando con José “el indio” Froilán González, gran luthier, quien fabricó mi bombo; Salí en TN en el programa “El Camino” y acompañé durante un año a Elena Balmaceda, con quien grabé mi primer CD, con doce canciones tocando el bombo y la percusión.
En la actualidad tengo 12 años y acompaño a Mario A. Cazzola y a Matías Palavecino en los escenarios, a todos…
Muchas Gracias…

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Sombras sobre Sombras
Ya no sé si es por Rio Cuarto
que camino,
ya no sé si son sus calles
las que transito en mi bicicleta, ya no sé si son sus arboles
los que observo..
Digo son las sombras
de la Quirico Porreca, digo son las sombras
de la Humberto Primo, digo son mis sombras
sobre sus sombras...
Pero no lo lamento, no son sombras de oscuridad, 
tal vez pueda que sean de soledad,
aun así son huellas de frescura, 
de un placer sin tiempo 
de una pincelada de Otegui 
y de una primavera latente.
Pero ya no sé si es Rio Cuarto, 
tal vez sea otra ciudad, tal vez no sea ni siquiera una ciudad, 
tal vez seas vos que andas por ahí construyendo un nuevo puente, 
una nueva plaza, otro boulevard... 
y tal vez seas vos
la que anda proyectando 
otras sombras
sobre mis sombras...
Mariano Onairam

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El tiempo
Transcurrente pero sucesivo, se postula ante nuestro devenir como si nadie le tendiera una mano y quisiera que este tenga otro ritmo. El está ahí, no lo ven pero lo sienten como entrañas que se desgastan ante el paso sucesivo de una alimentación recurrente.
Si uno cuestionara su devenir como cuestiona el hecho en el que las plantas hacen su proceso fotosintético, ¿Como entonces determinamos a este sucesivo accionar de momentos que califican y cuantifican nuestro existir?
No resulta más que paradójico el hecho de pensar un momento que no solo transcurrió, sino que no tiene la misma importancia ni validez que si este se hubiera dado en otro momento o en otra circunstancia.
¿Qué recuerdos no nos remontan en el tiempo y nos hacen sentir ese fragmento vivido como algo único y excepcional por más bueno o malo que haya sido el momento? Esos son los periodos que nos hacen de sentir vivos. Por lo que extraño es el tiempo, pero bien que relacionado esta con nuestro periodo de vida.
Viejos o jóvenes nos hace sentir, apresurados o con calma también, lo importante es que nos hace mover, nos hace vibrar a una u otra velocidad como si este fuera un motor que nos condiciona a sentir o actuar.
Como si nunca hubiésemos tenido que esperar, la soledad de la espera en nuestro sentir, que contenidos de sensaciones se perturban en ella.
Por lo que el tiempo va a ser lo que nosotros le demos a él.
Solo, el tiempo, no es más que una espiral de sentido que se pierde en la inmensidad del universo.
The Last Sweet Dream

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